Hola amigos.
Hoy la entrada va dedicada a Jose Acuña (Centro Bonsái Tenerife).
Aprovechando su estancia en Taisho-en, y su visita al mercadillo de la Kokufu, le pedí que me buscara un Pino negro de tamaño shohin y no muy caro (je, je). Se me hacía la boca agua viendo las maravillas que había en el mercadillo, pero los precios se disparan cuando la calidad va subiendo, y la economía no está muy boyante.
Me mostró varias imágenes y me decidí por éste. Corteza, movimiento y hasta líquenes en el tronco, y además, muy bien de precio. ¡Qué mas quería pedir!.
Un día después de mi cumple lo recibí, un poco con retraso por motivos ajenos al amigo Jose, pero por fin lo tenía en mis manos. Mucho mejor que en foto, claro, y con una salud inmejorable. Muchos brotes, acículas muy sanas y sin marcas en las ramas. Un muy buen ejemplar.
Desde arriba se aprecia una gran cantidad de hojas. Había que recortar y eliminar algunas si quería darle forma antes de que las yemas empezaran a alargarse.
Unas tijeras defoliadoras y un rato libre y ya se podía observar la ramificación interior.
Jose me indicó que la maceta era una tokoname de calidad, y efectivamente, con su ayuda y la de otros amigos del grupo de identificación de macetas de bonsái de Facebook, me enteré que era una maceta Yamaaki (Tokoname), de Kataoka Sadamitsu KOSHOUSEN. Mas adelante me enteré que es la tercera de este autor que tengo en casa. !Menuda casualidad, y yo sin saberlo!. Hasta ahora no me había preocupado por saber de que autor eran las macetas que compraba, pero es todo un mundo.
Ahora había que estudiar unos días el pino para decidir que cortar y qué modificar. Podría haberlo dejado así un año, sin realizar ninguna intervención, pero ¡no sería yo si no me hubiese puesto manos a la obra en cuanto tuve el pino en casa!. Los que me conocen lo saben de sobra, je, je.
Aquí os muestro tres vistas del pino antes de alambrarlo:
¡Y los líquenes que tiene entre el nebari!. Esto es años de crecimiento. Los líquenes crecen muy lentamente. ¡A ver como les sienta el cambio de aire!.
Y esta tarde me he armado de paciencia y le he puesto alambre a todas las ramitas que no tenían. Jose le había quitado algunos alambres que se estaban clavando, y era necesario volver a colocar las ramas ordenaditas para la brotación. Es increíble lo complicado que es trabajar estos shohines, sobre todo si quieres no estropear hojas. Lentamente pero sin pausa he conseguido terminarlo esta noche y aquí os lo muestro. He podado únicamente dos ramitas que estaban situadas en el interior de una curva y alargaban mucho la copa hacia la base del árbol, y me he decidido por un estilo muy conservador. Aquí tenéis el resultado:
Podría haber elegido cualquiera de los dos posibles frentes, pero finalmente he optado por el más lógico pensando en el nebari y el movimiento del tronco. Además queda mejor en el tokonoma, je, je. Una pequeña composición de sedum para la foto:
Y las dos ramitas cortadas, para que os hagáis una idea:
Y de momento esto es todo, solo agradecerle una vez más el detalle de hacerme llegar mi primer pino ´"Made in Japan", a partir de hoy llamado "Tacoronte" en su honor. Muchísimas gracias, Jose.
Un saludo.
Juan Antonio Pérez González.